viernes, 16 de septiembre de 2011

Pinceladas de un Trovador.



"¿A dónde van?" ADQUIRIDO



“Querido Luis Alberto:

       Grata noticia la de tu proyecto generoso, más cuando veo tus imágenes de un realismo por momentos interrumpido. Tus paisajes y rincones tienen esa virtud que cristaliza lo poético.

       Ver reinterpretadas mis canciones me produce una extraña sensación, porque es sentir otra presencia en una región muy privada.

       Muchas gracias por pensar en mí, por tenerme como compañía, por haberte acercado a mis sueños y ahora brindarme los tuyos.”

Silvio Rodríguez. 2001.

"Al final de este viaje en la vida"

Brindando la magia del pincel a veinte hermosas canciones del trovador cubano Silvio Rodríguez nace “Pinceladas de un Trovador”. Melodías, letras, susurros al oído de una infancia, sueños de un pudo ser y de un ya fue, que retornan vestidos de óleo como vuelve el Amor, la Muerte, la Vida, como se siente el Dolor, la Alegría, la Esperanza…Veinte cometas lanzadas al viento, al eterno eco del tiempo cual ofrenda íntima de un corazón a otro corazón.


Berta Sanz Aldea. 2003.



"Caballo místico" ADQUIRIDO


Son pocas las ocasiones en las que el espectador tiene la fortuna de contemplar la obra plástica resultante de un profundo ejercicio de creación poética, como es el caso del trabajo que Luis Alberto Romero nos presenta. Junto a la innegable y extraordinaria capacidad de ejecución del artista, se entrelazan y asimilan tradiciones estilísticas ligadas a la poesía y la vanguardia pictórica y un extraordinario repertorio iconográfico que tiene como fuentes fundamentales la poesía del creador cubano Silvio Rodríguez, la referencia a elementos del paisaje soriano, el mundo onírico del propio Luis Alberto, y la figuración de personajes de su entorno personal, a la vez que aquellos iconos que hacen referencia a su compromiso político, moral y ético.
Ligado estilísticamente a las corrientes estéticas que a lo largo del siglo XX expresaron a través de la plástica la figuración formalista del lenguaje, los símbolos, y las claves del universo del subconsciente, como el surrealismo figurativo o el realismo mágico, aparecen en su obra imágenes extraídas de una veintena de obras escritas y musicadas por el autor cubano, fruto de la elección libre de Luis Alberto, que soportan el peso principal de la inspiración emblemática de la presente muestra pictórica. Junto a la identificación formal de estos elementos, se introducen aquéllos que corresponden a la propia experiencia vital del cantautor, como recuerdos vinculados a su estancia en el pesquero Playa Girón o pequeños objetos que nacen artesanalmente de las manos del poeta, como el dibujo en la pared o la talla que de Fidel, el Comandante de los Sueños, realizó Silvio hace ya años (“Tu fantasma”, “Del sueño a la poesía”).
Pero el universo icónico del creador soriano no se contenta con una reproducción visual de los textos de la Nueva Trova, sino que yuxtapone sus propios elementos. Aparecen pues motivos quasi miméticos del paisaje castellano, como la referencia a las ruinas del Castillo de Calatañazor (“Canción del Elegido”) o también otros que reflejan su vida en Andalucía, como el Mercado Central de Málaga o una fuente del propio Alhaurín de la Torre (“El hombre extraño”, “La primera mentira”). La introducción de personajes de su entorno próximo es otra constante de Luis Alberto: amigos, su antiguo profesor de dibujo, hasta llegar a la inclusión en su obra de retratos de su compañera Berta y sus hijos Lorca y Luna, y del propio autor, que dan vida a los personajes mayoritariamente anónimos de las canciones que le sirven de inspiración.
Las alegorías que emanan del subconsciente se convierten en uno de los más interesantes argumentos de su narrativa pictórica y poética. Quizás sea la constante del viaje de la vida y la muerte el elemento más recurrente fruto del mundo onírico del autor, simbolizado a través de la vía férrea (“¿A dónde van?”, “La vida”) o de los espirituales cipreses (“Al final de este viaje en la vida”, “La vida”).
Ya de una forma más clarividente se produce la descodificación de imágenes vinculadas al compromiso moral con los valores de la izquierda latinoamericana y del internacionalismo solidario. Se introducen símbolos como la figuración de la rosa sangrante, icono de la canción protesta en América Latina (“Historia de las sillas”), y elementos de indudable identificación iconográfica con fuerte contenido iconológico, como la aparición de un disco de Atahualpa Yupanqui (“Del sueño a la poesía”), la imagen del chileno Víctor Jara (“La vida”), la del padre de la independencia cubana, José Martí (“Tonada de la muerte”), la imponente imagen del Che Guevara (“Mariposas”), o la aparición en su obra de perfiles, generalmente grietas en estructuras murarías, que delimitan el contorno de continentes y países como África, Angola, Argelia, Vietnam, Chile, El Salvador, Cuba, Nicaragua o Estados Unidos, que denuncian la agresión imperialista norteamericana, a la vez que se convierten en un reclamo de internacionalismo solidario y un exponente inequívoco de las guerras de liberación de los pueblos. La síntesis de su denuncia y de su compromiso moral y ético se refleja de forma extraordinaria en la pintura-canción “Virgen de Occidente”.
Ensoñación y melancolía, amor y desamor, pintura y poesía, canción y revolución, la vida y la muerte, son las claves fundamentales de la obra de Luis Alberto Romero.
Ut pictura poesis.

Miguel Ángel Huesca Mariscal, historiador. 2003.


"Del sueño a la poesía"



Ya suena el silbato en la estación, el tren está a punto de partir, el viaje ya no tendrá fin…; en sus vagones toman asiento unos particulares pasajeros que quebrando la frágil blancura del lienzo nacen a la vida gracias a la paleta valiente y soñadora de Luis Alberto Romero.

Ha separado para unir, derribado para construir,  una a una cada canción, cada frase, cada emoción,… y así crear un solo cuerpo, un todo con entidad propia dándonos la sensación de haber estado ahí siempre, en un letargo silencioso entre las letras y notas de cada pentagrama.

No consistía únicamente en visualizar las canciones, había que contextualizar  y personalizar; es decir, tanto Silvio como Luis Alberto debían aparecer representados de alguna forma junto a los principales protagonistas. Y es en este punto donde creo reside el encanto y singularidad de esta exposición.

Sin limitarse a plasmar en veinte óleos otras tantas canciones, ha unificado tres existencias claramente diferenciadas: la del alma independiente de cada canción, la de Silvio como ser humano, poeta y creador, y la del pintor como catalizador en primera persona de todo un mundo de química y símbolos que rompe fronteras tanto físicas como temporales. Así ha ido integrando escenarios de su tierra natal como las legendarias ruinas de Numancia en “Historia de las sillas“ o las ruinas de Peñalcázar en “Tu imagen“; personas de su entorno cercano: en “Caballo místico“ su pequeña hija Luna, y su hijo Lorca en “El rey de las flores” o “El hombre extraño”; la modelo para “La vida“ y “Mariposas“ es su mujer y también posó orgulloso su padre en “La primera mentira“. Curiosa es la aparición a modo de homenaje de su profesor de dibujo en el instituto representando al “Vagabundo” del espacio.

Aparecen guiños al pasado, como es el perro de “¿Qué hago ahora?” recuerdos de la infancia, edad en la que empieza a conocer y admirar a Silvio Rodríguez de la mano de sus hermanos mayores en aquellos viajes de vacaciones a Orellana. Por supuesto, no podía faltar un autorretrato, siendo el tema elegido el de “¿A dónde van?” dejando testimonio de la inquietud que también él siente sobre la cuestión filosófica de la existencia.

Todos estos elementos extraídos  del caleidoscopio  personal de Luis Alberto son matices de color que enriquecen con su naturalidad, frescura y ternura unos temas tan románticos como son el Amor, la Muerte, la Vida, la Lucha o la Esperanza.

Fundamentales son las referencias a la propia historia de Silvio. En la obra “Canción del elegido” se ve representado al niño Silvio junto a su abuelo, en “Ojalá” el barco simboliza el Playa Girón, pesquero en el que se embarca viviendo una de sus experiencias más importantes. La nave Soyuz que aparece en “Al final de este viaje en la vida” es un recuerdo al primer astronauta cubano que viajó al espacio y la bandera azul que ondea en el extremo de la lanza-plumilla del “Elegido” nos habla de su tarea de alfabetización por las montañas de Cuba. Como referentes literarios  del cantautor aparecen retratados los poetas José Martí y Antonio Machado en el solemne cuadro que representa a “La tonada de la muerte”. Y así un largo etcétera de alusiones  incluyendo países y personajes históricos de gran trascendencia no sólo para el trovador cubano sino para el mundo entero.

Por último me gustaría destacar el esmero con que Luis Alberto Romero ha cuidado al detalle la realización de cada óleo; ha sido un largo proceso de reflexión, investigación y ejecución. Con el resultado final ha conseguido dar credibilidad, sentido y posibilidad de ser a cada idea, acción y emoción, desenvolviéndose magistralmente por el universo surrealista, manteniendo a la perfección el equilibrio, la belleza y la armonía de dos expresiones artísticas : la Canción y la Pintura.

Berta Sanz Aldea. 2003.



"Historia de las sillas"


Mis mayores loas a una expresión genuina del arte; son obras de profundo impacto retiniano, admirable ruptura de barreras culturales, geográficas e históricas para traducir en poéticas imágenes plásticas la sensible cosmovisión del juglar.
Propuesta inspirada con gran alcance y dominio de la técnica, no es un conjunto de veinte piezas, es mucho más que la búsqueda en textos de una canción, es el encuentro de almas gemelas, que comparten la aventura de la complicidad, dos historias convergentes: la del poeta y el pintor, entrecruzadas con las historias pasadas y el presente de muchas historias unidas por el sentimiento y la emoción de la fantasía humana.

Danilo López Garcés, historiador de arte. 2006.


"El hombre extraño"


Del sueño a la poesía… y a la pintura.

Los poetas parnasianos imitaban en sus versos (y muchas veces lograban) la perfección de los pintores; leer a Theófile Gautier, Sully Prudhomme o nuestro José María de Heredia, significa con frecuencia entrar a una galería de la mano (o el oído y la vista) de versos esculpidos con la delicadeza y a la vez la reciedumbre del pincel.
Así, hay poéticas que no sólo evocan preciosos cuadros, sino que los inspiran: es el caso de Silvio Rodríguez, cuyas canciones almacenan con frecuencia tantas historias, y siempre, tantos mundos paralelos que conectan con otras artes; ya lo ha hecho por derecho propio con la música (aunque sin ella, la escritura no pierde ese efecto de convocar y sensibilizar), mas no se detiene para asumir otros espacios, y derramarse en otros oídos que, en esa gigantesca sinestesia a que juegan las artes entre sí, aterriza en la pintura.
El pintor español Luis Alberto Romero fue una de esas “orejas muy finas” (para recordar a Félix Pita Rodríguez) donde la semilla que significa la cancionística de Silvio, germinó y fructificó, y justamente la arboleda que nace de esa simbiosis está ahora mismo frente a ustedes; algunas de las piezas más conocidas del trovador, otras que apenas lo son, se posaron en su inquieto y creativo pincel; entre la neo-figuración y el hiperrealismo, el joven artista de la plástica recrea esos pequeños y grandes universos, y crea otros.
Lo cierto es que el Rey de las flores, las sillas, la virgen de occidente, el vagabundo, el elegido y otros hombres extraños de la mano de alguna “voluble señorita” que “melancólicamente” visita a los bardos “al final (o en cualquier momento) de este viaje…”, han atravesado una vez más “del sueño a la poesía”, movidos por “el viento” de alguna “tonada de la muerte” desde “la primera (o sabe Dios cuál) mentira”, y en el trayecto han encontrado el lienzo: habitación e invitación al diálogo.
Desde un cromatismo sensual y sereno, en trazos terceros y sugerentes, Romero pinta, con Silvio, “la vida” esa que se afirma, crece y se multiplica en cada feliz confluencia que, como ésta, fecunda en la canción y el cuadro una experiencia para compartir y degustar, que nos hará a todos, sin dudas, un poquito mejores.

Frank Padrón, escritor. 2007.


"La primera mentira"

"Ojalá"

"¿Qué hago ahora?"

"Canción del elegido" ADQUIRIDO

"El viento eres tú"
"Virgen de Occidente"

"Tu fantasma" ADQUIRIDO

"Tu imagen"
"Mariposas" ADQUIRIDO



"Oh melancolía"

"El Rey de las flores"

"Tonada de la muerte"

"El vagabundo" ADQUIRIDO

"La vida" ADQUIRIDO

29 comentarios:

  1. Hermosas las pinturas.
    Has capturado la esencia de las canciones de Silvio.
    Gran trabajo.

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  2. Espectacular tu trabajo, realmente quedé sorprendido con tus pinturas, sobre todo con "Tu fantasma". Te felicito!!

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  3. mi favorita fue sin duda alguna el viento eres tu no se porque de repente vino a mi mente la flauta mágica de mozart cuando vi esta composición, muy interesante y diverso su trabajo.. confieso que silvio también es uno de mis compositores y poetas favoritos quizas por ello su obra me resulta tan genuina !!

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    1. comparto tu opinión; también es mi favorita..es como si pintura y canción se mimetizaran...qué genialidad

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  4. Acaso flotan eternas como prisioneras de un ventarrón... o se acurrucan entre las rendijas buscando calor....? simplemente H E R M O S O, Fecilidades

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  5. Si no es molestia subi los cuadros a canciones de Silvio a mi cuenta Dortega12 de youtube... Exelente trabajo

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  6. Muy bueno. Recuerdo haber hecho algunos dibujos de canciones de Silvio. La ilustraciones están espectaculares. Lo compartí en Facebook. Tu Fantasma y la Primera Mentira, excelentes! Felicitaciones.

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  7. Fui a ver tu exposición en Soria hace unos años ,charle un rato contigo y conservo con mucho cariño el libro con las pinturas de Silvio, son un tesoro para mi .Espero ver cosas nuevas tuyas .Un saludo

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    1. A ver si tengo tiempo de subir los trabajos de estos últimos años...
      Gracias.

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    1. Este es el correo que utilizo:
      pintorluisalberto1@hotmail.com

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  9. De una belleza indecible tu obra, amigo. Felicidades. Solo una duda: había visto antes algunas fotos de tus pinturas, pero con una mejor resolución y más luz. ¿Las tienes en mejor calidad?

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    1. Sinceramente, no controlo en exceso el mundo digital, así que no sé si están por ahí en otra resolución...

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  10. Qué hermoso trabajo, mis felicitaciones para usted que por medio del arte logró captar a la perfección la poesía del Trovador hecha canción.

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  11. La poesía hecha canción en Silvio
    La poesía hecha pintura en Ud, Luis Alberto.

    Sin duda, el arte como herramienta para mover la imaginación, la vida y mucho más

    ¡Felicidades!

    PD: A la espera de que salgan más trabajos como éste. Saludos

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  13. Felicitaciones por las obras !
    Me interesa adquirir una de ellas ¿que hago ahora?
    Luciana Castiñeira

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  14. Woao, excelentes trabajos y plasmada la esencia de las canciones...

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  15. Bellísimo trabajo. A mí me pasó algo parecido, con un poema que salió tras horas de escuchar una canción de Silvio que interpretaste con enorme belleza. Supongo que es así. No sólo el hambre, la violencia y lo terrible del mundo se multiplican. El arte y la belleza también se reproducen y se amplifican, de corazón en corazón. Saludos.

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  16. Mis más sinceras felicitaciones a tan exacerbante trabajo, lo felicito Luis Alberto Romero. Es increíble ver como usted a través de sus pinturas logra plasmar el noúmeno de la trova cubana

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