miércoles, 13 de mayo de 2020

Pinturas al óleo en orden cronológico. 1985-1995. Una llamada clara y temprana.


"Pantano de la Cuerda del Pozo"


Luis Alberto Romero tiene tan sólo quince años, pero sus inquietudes y creaciones artísticas son las de una persona adulta. Luis Alberto apenas es conocido en el campo de la pintura soriana, pero pronto será el foco de atención de pintores, críticos y amantes de la expresión pictórica.
Desde niño le ha gustado dibujar. Con el paso de los años y siempre de una forma autodidacta fue perfeccionando su técnica pasando del lápiz de escuela al de carboncillo, luego a la acuarela y por último al óleo.
Su pintura está llena de realismo. Lo que más ha pintado son bodegones consiguiendo obras de auténtica calidad. Destaca sobre todo en la luminosidad de los reflejos y en la captación del volumen de limones, pimientos, embutidos y otros alimentos. Y llama poderosamente la atención su facilidad asombrosa para representar las rugosidades, corteza y color de las barras y roscas de pan.
También tiene paisajes entre los que cabe destacar dos cuadros pintados a la orilla del pantano en tardes nubladas. Las diferentes tonalidades azules del agua y de las nubes consiguen motivar en el espectador un sentimiento de tranquilidad, armonía y sosiego interior.

Ángel Almazán de Gracia. Soria Semanal. 1985.

"Cáncer" ADQUIRIDO

Un pintor muy joven.

Creo que debo exigirme, como presentador y crítico de Luis Alberto Romero, esta primera afirmación: se trata de un pintor muy joven, apenas cumplidos los diecisiete años, y ya expuso a los quince, por primera vez, en la Sala de Caja Soria. Traía entonces sus paisajes y bodegones; pinturas realistas, al modo clásico y, aunque ya había participado en concursos y certámenes de pintura, aquella su primera salida al público tenía claros matices de encuadramiento en las técnicas más tradicionales de pintar. El resultado, a sus quince años, fue de afianzamiento en su decidida vocación artística, y el ensayo de nuevas formas de hacer.
Con ellas viene ahora, el muy joven pintor soriano, a la Sala de la Caja Rural. De sus veintitantas obras, mantiene alguna en aquellos sus primeros intentos plásticos. Pero no es esa la tónica general de esta muestra, sino un notable despliegue de lienzos figurativos, surrealistas y simbólicos. El simbolismo de los cuadros de Luis Alberto sería la vitola de esta segunda exposición suya en Soria; o la expresividad de los símbolos, como nuevo arranque; un intento de composiciones diversas, en esta línea de personal creatividad. Y él considera que pudiera quedarse corto en esa búsqueda de lo surrealista.
Otra afirmación precisa es que se trata de un pintor autodidacta. Algunos títulos de sus cuadros declaran de manera patente ese mensaje de simbolismos sentimentales, y a veces líricos.
Luis Alberto Romero es un pintor muy joven, que puede ser muy pronto un valor entre los pintores sorianos.

Miguel Moreno Moreno, Cronista de Soria. 1987.

"No somos nada" ADQUIRIDO


Siempre es difícil escribir sobre la obra de un artista, pues es el arte algo tan íntimo y subjetivo… que su significado se pierde a menudo en los laberintos de la razón.
En la obra de Luis Alberto se va un pulso entre la realidad y la quimera, entre lo etéreo y lo corpóreo, lo imaginable y lo imaginado, entre el sueño y el soñador…, que toma forma en la singular aventura de interpretar el mundo creándolo. Un mundo que es un océano de sentimientos y emociones en el que naufragan recuerdos y esperanzas, y se revuelven verdades y mentiras en un universo tal que produce el asombro y el miedo del pintor, al tiempo que una sensible armonía.
Al contemplarla, su pintura embriaga. Te transporta en una nube de luces y sombras, de color y penumbra, a una visión muy especial de la existencia, en la que la sutil poesía del pincel moldea la inspiración, como el escultor el barro; así Luis Alberto despierta a la vida el alma que hay en cada cuadro.
La mirada del artista guarda la inocencia de un niño con sus miedos y fantasmas, a la vez que la sabiduría de una aprovechada juventud, con sus errores y aciertos. A Luis Alberto le gusta jugar con los símbolos, medio que en muchas ocasiones utiliza para expresarse, metáforas con voz propia que gritan su verdad.
Cada trazo es una nota en la melodía de una canción, es el crecimiento personal de un artista prisionero de su corazón.

Berta Sanz Aldea. 1995.

"Las calles de la Habana Vieja" ADQUIRIDO


1985-1995. Una llamada clara y temprana.

Luis Alberto Romero Hernández nació el 16 de marzo de 1970, en Soria capital. Dibujaba mucho en clase. A los catorce años vio una película cuyo protagonista era un pintor y decidió probar la técnica maestra: el óleo. Le gustó.

Poco después conoció el estudio del pintor Rafael De la Rosa, quien le proporcionó materiales. Comienza a pintar  bodegones, paisajes y figuras, adentrándose para siempre en el territorio del realismo. En 1985, a los quince años de edad, realiza su primera exposición individual en Soria capital. Se siente entonces atraído por la obra de Salvador Dalí y se zambulle en las honduras misteriosas, y sin embargo transparentes, del surrealismo. Nace aquí la base de su pintura: la alternancia constante entre el realismo gustosamente aprendido y su inclinación natural hacia el surrealismo, con  un predominio de los colores grises, insaturados.

A los diecisiete años abandona los estudios. El único objetivo ya perfectamente definido en su mente es el de ser pintor profesional, propósito para el que cuenta con el beneplácito y el apoyo de su familia. Volcado en esa meta, organiza otras tres exposiciones individuales, participa en una colectiva y obtiene premios en varios concursos.

No es objeto de este recorrido sintético por los hitos de la vida del artista el extendernos a otros ámbitos diferentes del pictórico, pero también significativos. Sin embargo sería incompleto el esbozo, e injusto el ánimo, de no mencionar al menos que nos hallamos ante un espíritu inquieto, no sólo artística sino también social, política y culturalmente. He aquí, desde muy temprana edad, una personalidad coherente y radical en sus decisiones.

Luis Alberto Romero no ha sido nunca pusilánime ni perezoso. Ciertamente puede afirmarse que la variedad de temas que el autor aborda en esta primera etapa, a través de su obra, es enorme, si bien predominan los interiores y el mundo de los sueños.

En 1995, el artista abandona Soria.
 
Pablo Jorge Delgado, escritor. 2010.


"El cielo interior" ADQUIRIDO

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